jueves, 19 de julio de 2007

El Contrato Social


Ahora mismo, entre estos grandes días de descanso, he empezado una Obra (perteneciente a una Obra más extensa que el propio Rousseau no pudo finalizar) de la que tenía muy buenas referencias: "El Contrato Social".

Haré un breve comentario sobre ella al acabar su lectura.

Título Original: Du Contrat social ou Principes du droit politique.

Publicado, por mal de Rousseau, en 1762.

Leído: 15/140

Entrevista a Antonio Gasset

Aquí os dejo un video que pude recoger de otro blog y que me gustó mucho, os recomendaría verlo a todos vosotros:

sábado, 14 de julio de 2007

Fausto, de Goethe


En pocas palabras y sintetizando os comentaré algunos aspectos que he podido subrayar de este libro complicado, la primera parte me ha parecido sencilla y brillante, tanto por su contenido lleno de alegorías y situaciones emocionales (universales como el amor, el odio, la venganza, el dolor...) como por su sintaxis bastante más fluída que la expuesta en la segunda parte; Goethe ha profundizado en el alma humana para extraer de ella sus necesidades y miedos, Mefistófeles entra en escena con la apuesta, por un lado, de calmar a Fausto su gran espíritu de superación y de búsqueda de la verdad, y por otro, de traerle a través de una serie de pruebas y eventualidades la felicidad.

Así Fausto encuentra en el amor la salvación de su espíritu aburrido y desdichado, pero trae con ella la condenación (física aunque no sempiterna) de la jovencita Margarita. El arrepentimiento es el signo vital de esta parte, mientras que de la segunda es el esfuerzo, Fausto libre gracias al olvido de la tragedia amorosa se propone cambiar el mundo a través de la guerra y del poder, vuelve a enamorarse de una mujer, que ahora representa la belleza (leer escena del espejo en la Casa de la Bruja como preludio), Elena, con la que tiene un hijo (más bien un ícaro), pero a los que pierde trágicamente.


Fausto, ya viejo, decide llevar la Bondad a todos los seres del Imperio, de ese último esfuerzo alzanza la paz interior y formula aquellas palabras marcadas por la apuesta de sangre: "¡Detente, eres tan bello!", Mefistófeles se lleva consigo su alma a los Infiernos, pero la salvación del alma de un pecador arrepentido (alusiones al Nuevo Testamento) puede más que el mismísmo Diablo, su alma es liberada de las garras del Inombrable y elevada por unas dulces voces de ángeles y madres y padres celestiales, guiada por Margarita (que aparece en la Obra, al igual que Mefisto, de muchas máscaras) gracias a la indicación de la Mater Gloriosa.

Perdonad al no explayarme demasiado (acaso de un modo necesario) sobre la Obra, pero sería una perdición por parte mía, ya que la Obra contiene una ingente cantidad de información (muchas veces mitológica y de otros acervos) y mi tiempo está limitado por otras circunstancias.

En definitiva, una obra de difícil comprensión para el hombre contemporáneo, aun más si éste se emplaza dentro de una sociedad acelerada con determinados silogismos culturalmente automutiladores, e inclinada por placeres hedonistas cada vez más bajos.

domingo, 8 de julio de 2007

Steinitz y Wagner


Wilhelm Steinitz fue un admirador absoluto de Richard Wagner.

Cierto día Steinitz estuvo jugando en el “Wiener Schachclub” unas partidas con un desconocido, cuando éste se despidió, ya muy tarde por la noche, le comentó que saldría a la mañana siguiente hacia Bayreuth para participar en el orquestra de la ópera como violoncelista.

Steinitz exclamó: “Entonces Ud. verá a Richard Wagner. ¡Ruego que le diga, que yo, como campeón del mundo de ajedrez, le estoy valorando más alto que a Mozart y Beethoven – pués considero su música como la cima del arte!”

Con el transcurso del tiempo, pasadas unas semanas, los dos caballeros se encontraron nuevamente en un club de ajedrez de Viena. Entonces Steinitz preguntó inmediatamente si había transmitido a Wagner sus palabras.

El violoncelista asintió con la cabeza: “Sí, y Wagner opinó: ¡Su Steinitz entiende tanto de música como yo de ajedrez!”

jueves, 5 de julio de 2007

Picasso el Maltratador

Aquí os dejo un artículo que me interesó en su momento sobre este gran genio:

Mujeres y arte. Las dos pasiones de Pablo Picasso que dominaban su vida y se confundían entre sí. El arte lo dominaba pero las mujeres no. Por el contrario, ejerció todo su poder y todo su desprecio con sus trece esposas, novias y amantes. Todas ellas pasaron por el lienzo, y luego las destruía en carne y pintura. A través de los retratos de sus mujeres se podía percibir cuál era el estado de la relación de ese momento y qué sucedía con su arte y con su amor. Paula Izquierdo, escritora española y doctora en psicología, lo cuenta en su reciente libro Picasso y las mujeres, publicado en España por Belacqua y que Seix Barral editará este año en la Argentina. El libro es un recorrido por la biografía de un hombre a través de sus mujeres, las que lo odiaron, amaron, adoraron, dieron hijos o lo abofetearon.

"Picasso lo fue todo: misógino, minotauro, arlequín, artista irresistible, embriagador, magnético y, sobre todo, experimentador; si hay algo que determina la personalidad de Picasso es su afán ilimitado por experimentar, no sólo con la pintura, sino también con el ser humano. Sobre todo si éste tenía forma de mujer", escribió la autora. El Picasso de Izquierdo es un romántico sin límites que cuando estaba enamorado sucumbía ante su necesidad inagotable de seducir. No se limitaba a una mujer y buscaba consuelo y reconocimiento en los brazos de otra. "Picasso pasaba del amor pasional al desprecio más absoluto con cada mujer y después renacía cuando aparecía una nueva mujer a su lado", le dice Izquierdo a Clarín desde Barcelona a pocos días de la aparición de su libro.

La autora dice que estas mujeres producían en él un inicial entusiasmo creativo pero cuando la relación se iba deshaciendo, la imagen de la mujer retratada comenzaba a deteriorarse, incluso, llegaba a convertirse en algo espantoso. Y la relación se convertía en un martirio para las mujeres, un maltrato que él disfrutaba. El artista solía decir que las mujeres "son máquinas de sufrir".

A lo largo de sus 92 años convivió, hizo sufrir y recibió la influencia de distintas mujeres. El deterioro progresivo de las relaciones encontró una expresión paralela en obras como los retratos de la bailarina rusa Olga Koklova que corresponden al inicio de la relación en 1917. Ellos no se corresponden en absoluto con los que surgieron de la mente del autor del Guernica hacia el fin de la relación. Lo mismo ocurre con los cuadros que retrataban a la pintora Françoise Gilot, a quien hacia el final de la vida que compartieron, la pintó con el rostro partido por la mitad. "El era un antropófago, un vampiro que les quitaba la vida a sus mujeres", dice la escritora.

Una anécdota recreada por Izquierdo, refleja cómo las sometía durante y después de sus relaciones. Una vez que había abandonado a la fotógrafa surrealista Dora Maar para iniciar sus relación con Gilot, la seguía considerando como parte de su propiedad. En una ocasión estaban cenando entre amigos, entre los que se encontraba Dora Maar con su nueva pareja, y Picasso hizo una escena de celos porque decía que ese hombre no podía tener trato "con una mujer que llevaba su propia marca".

Marie Thèrése Walter era una adolescente que conoció en París cuando ella tenía 17 años y él estaba casado con Olga Koklova. Se encontraban en secreto para no tener problemas con la ley. La relación con Marie Thèrése fue breve y tuvieron una hija. Pero ella siguió escribiéndole durante 30 años. Durante ese lapso fue la única persona que podía cortarle las uñas y el pelo. Ella los guardaba en bolsas clasificadas porque él temía ser objeto de una brujería. Cuando murió el pintor, Marie Thèrése cayó en una profunda depresión, y se suicidó en el garaje de la casa de Picasso de la Costa Azul.

Ella no fue la única desgraciada. La fotógrafa Dora Maar estuvo encerrada en un manicomio tiempo después de que él la abandonara y se hizo profundamente religiosa. Su última mujer, Jacqueline Roque, se pegó un tiro después de la muerte de Picasso, porque decía que la vida sin él no tenía sentido.

Pero el artista no sólo hizo sufrir a las mujeres. En el libro se recrea una situación que ocurrió en 1911 cuando la pintura "La Gioconda" fue robada del Museo del Louvre. En ese entonces Picasso vivía en París y contaba entre sus amigos íntimos con el poeta Guillaume Apollinaire. Este fue uno de los sospechados por el robo. Picasso fue llamado a declarar ante la policía y sorpresivamente dijo no conocer en absoluto al poeta. Lo negó. Poco después Apollinaire quedó en libertad.

Según Izquierdo, Picasso mantuvo este tipo de relaciones con sus esposas y amantes dentro de un contexto de principios de siglo XX en el que las mujeres dependían mucho de los hombres y en el que "él tuvo un trato brutal con sus parejas, pero ellas también lo permitieron". Lo que es seguro, agrega, es que "hoy, Picasso no hubiera podido tratar así a las mujeres, habría tenido que buscar otras estrategias de seducción más allá del maltrato y la destrucción."

Fuente

La Tentación de San Antonio


Salvador Dalí, 1946. Musées Royaux des Beaux-Arts de Belguique, Brussels.

Aquí, San Antonio trata de protegerse de varios tipos de tentaciones. Fue pintado para un concurso que no ganó. En esa época realizó varias trabajos para un film de Alfred Hitchcock.

Podéis ampliar la imagen pinchando sobre ella.

martes, 3 de julio de 2007

Canibalismo Otoñal


Obra de Salvador Dalí que representa a dos amantes abrazándose hasta consumirse. Una alegoría del placer y la obsesión, y el amor y el desgaste que tiene como consecuencia la muerte.

Pintada al inicio de la guerra civil española (1936).

Actualmente en la Tate Gallery de Londres.