Steinitz y Wagner
Wilhelm Steinitz fue un admirador absoluto de Richard Wagner.
Cierto día Steinitz estuvo jugando en el “Wiener Schachclub” unas partidas con un desconocido, cuando éste se despidió, ya muy tarde por la noche, le comentó que saldría a la mañana siguiente hacia Bayreuth para participar en el orquestra de la ópera como violoncelista.
Steinitz exclamó: “Entonces Ud. verá a Richard Wagner. ¡Ruego que le diga, que yo, como campeón del mundo de ajedrez, le estoy valorando más alto que a Mozart y Beethoven – pués considero su música como la cima del arte!”
Con el transcurso del tiempo, pasadas unas semanas, los dos caballeros se encontraron nuevamente en un club de ajedrez de Viena. Entonces Steinitz preguntó inmediatamente si había transmitido a Wagner sus palabras.
El violoncelista asintió con la cabeza: “Sí, y Wagner opinó: ¡Su Steinitz entiende tanto de música como yo de ajedrez!”
6 comentarios:
O sea, que encima era humilde nuestro amigo Ricardo. La pasión que un ex-compañero de piso sentía por él y la cosmovisión de Parsifal terminaron por acercarme a su obra.
La verdad es que soy un reciente aficionado a la música clásica, por ahora tengo plenamente satisfecha esa cuota, con el requiem de Mozart. Hay un fragmento en el que casi puedo oler y tocar la gloria y entender cualquier tipo de belleza. Un saludo
Cualquier melodía de Verdi contiene más música que toda la tetralogía. Lo dijo Stravinsky y lo digo yo.
Pues cuidado con lo que dices porque eso me ha parecido muy irrespetuoso de tu parte.
No estoy de acuerdo contigo ni muchísimo menos.
¿Estarás hablando de la Tetralogía de Wägner, no?
¡Claro que sí, hombre! y te lo dice uno que tiene claro que, si vale la pena venir a este mundo, es para escuchar el adagio de la Octava de Bruckner, dirigida por Celibidache.
Lamento que te hayas quedado colgado en el admirado por Felipe Pedrell, por Hitler... y por tu buena amiguita Nirth.
Interesante... las máscaras cada vez son más evidentes.
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